jueves, 25 de junio de 2015

Efectos de aldehídos en la salud humana

Efectos de aldehídos en la salud humana

En la ingesta del alcohol etílico se producen acetaldehídos. El metabolismo de este se efectúa principalmente en el hígado. Primero comienza con la formación de acetaldehído y ácido acético, el cual se metabolizara en el hígado, dejando que una parte pase a otros tejidos a través de la circulación sanguínea. Esto genera acetil-CoA, el cual se metabolizara por medio de la biosíntesis de ácidos grasos (en el hígado y el tejido adiposo), la formación de compuestos cetónicos (únicamente en el hígado) o el ingreso en el ciclo de Krebs, que ocasionara la formación de energía (en el hígado y el tejido muscular). Dependiendo de la masa corporal de la persona se metaboliza el alcohol; esto significa, que cuanto más grande es la persona, más grande es el hígado generado que el alcohol se metabolice rápidamente y desaparezca del torrente sanguíneo. 

El acetaldehído en el organismo se produce a través de tres sistemas enzimáticos:

a) La acción de la enzima alcohol deshidrogenasa: localizada principalmente en el hígado pero también en la retina y en la mucosa gástrica. Esta enzima, está presente en nuestro cuerpo porque necesitamos metabolizar el alcohol que se produce en cantidades discretas en la digestión de los hidratos de carbono, y en mayores cantidades por las bacterias del tracto intestinal. Utiliza el NAD como coenzima y puede oxidar alcoholes como el metanol y el retinol.
b) Sistema microsómico de oxidación del etanol (MEOS por sus siglas en inglés): implica el sistema del citocromo P-450, en su isoforma CY2E1. Hace uso del oxígeno molecular y NADPH y es exclusivamente hepático.
c) La enzima catalasa: se encuentra en los peroxisomas, usa peróxido de higrogeno como oxidante.

Generalmente el alcohol se metaboliza a través de la enzima alcohol deshidrogenasa, pero en la ingesta crónica, esta se satura y comienza a actuar el sistema MEOS y consecuentemente la catalaza (en menor grado). 

La ingesta de grandes cantidades de etanol genera concentración de niveles altos de acetaldehído en la sangre, provocando descenso de la presión sanguínea, aceleración de los latidos del corazón y sensación general de incomodidad, es decir, una resaca. Su consumo continuo puede lesionar el hígado ocasionando Cirrosis, debido a los niveles constantemente altos de acetaldehído. Existen evidencias de que el acetaldehído es carcinogénico, además que es uno de los agentes químicos de diversas respuestas orgánicas debidas a los cambios fisiológicos que experimenta el cuerpo ante niveles altos de etanol, como el ligero adormecimiento, desequilibrio ácido y deshidratación.

Toxicidad

El acetaldehído se caracteriza por ser un líquido incoloro, sistemáticamente actúa como un narcótico para el sistema nervioso central. Está presente en el humo del cigarro, y en el de la marihuana (en niveles altos); un cigarro de marihuana contiene aproximadamente 1,2 miligramos de acetaldehído. La acetona es de olor agradable y puede actuar como narcótico; esta provoca dermatitis debido a la disolución de grasas en la piel. “En los laboratorios clandestinos de droga usan frecuentemente 2-propanona en la elaboración de metanfetamina, cocaína y heroína, que es realmente asequible porque es un disolvente común encontrado en los espesadores de pinturas y en los quitaesmaltes de uñas.” (Johll, 2008, p. 216). El metanol, a veces llamado alcohol de madera, es extremadamente tóxico. Cuando el metanol entra en el cuerpo, es rápidamente absorbido por el flujo sanguíneo y pasa al hígado, donde se oxida a formaldehído. El formaldehído es un compuesto muy reactivo que destruye el poder catalítico de las enzimas y causa el endurecimiento del tejido hepático. El retinoide obtenido por la metabolización del retinal en el hígado causa daños en la salud.

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